El dolor crónico afecta a millones de personas en todo el mundo, a menudo disminuye la calidad de vida y resultan resistentes a los tratamientos convencionales. La terapia con calor, o termoterapia, ofrece un método no invasivo y sin medicamentos para controlar el dolor crónico aprovechando el cuerpo’S respuestas naturales al calor. Este artículo explora los mecanismos fisiológicos detrás de la terapia de calor.—incluido el aumento de la circulación, la relajación muscular, la modulación de la señal de dolor y la flexibilidad del tejido—y explica cómo estos efectos contribuyen al alivio duradero del dolor. Compara varias formas de terapia térmica, como el calor seco, el calor húmedo y la terapia de infrarrojo lejano, destacando sus casos de uso y beneficios para afecciones como artritis, fibromialgia y dolor de espalda. Con el apoyo de la evidencia científica, la terapia térmica se presenta como un tratamiento adjunto seguro y efectivo, con consejos prácticos para una aplicación óptima y importantes consideraciones de seguridad. Esta revisión exhaustiva tiene como objetivo informar a las personas que buscan enfoques naturales para el manejo del dolor crónico y guiar su uso de soluciones basadas en el calor para el alivio a largo plazo.