En los últimos años, los consejos tradicionales sobre la recuperación posparto—Centrado en el descanso, la hidratación y las fajas abdominales.—Se ha complementado cada vez más con una nueva herramienta entre las madres modernas: las esterillas de terapia de infrarrojo lejano (FIR). Este artículo explora la creciente adopción de estos dispositivos portátiles controlados a distancia, que aprovechan los rayos FIR invisibles para penetrar 4–6 cm debajo de la piel, calentando la fascia profunda, los músculos y el tejido uterino para mejorar la microcirculación, la realineación del colágeno y el alivio natural del dolor.
La guía enfatiza el momento oportuno basado en la evidencia para el uso del FIR, distinguiendo entre los cautelosos 0–Ventana posparto de 6 semanas (uso a fuego lento o sin calor para evitar exacerbar los loquios) y el período óptimo 6–período de 12 semanas, cuando los loquios reducidos y el tejido conectivo persistentemente flexible (debido a la relaxina) permiten una síntesis de colágeno dirigida y una recuperación más rápida. Un ensayo aleatorio de 2023 en la Universidad Médica de Taipei respalda estas afirmaciones: las mujeres posparto que usaron tapetes FIR durante 20 minutos al día durante 4 semanas experimentaron 2,1 cm menos de separación abdominal (diástasis de los rectos), 2,5 puntuaciones de dolor más bajas y 7,3 días menos de loquios en comparación con los controles que recibieron atención estándar.