La terapia de campos electromagnéticos pulsados (PEMF) funciona enviando pulsos electromagnéticos al cuerpo para estimular la reparación celular, mejorar la circulación y reducir el dolor. Un parámetro de rendimiento crucial, aunque a menudo pasado por alto, es la velocidad de respuesta : la rapidez con la que el campo magnético cambia con el tiempo. La velocidad de respuesta determina la cantidad de energía eléctrica que se induce dentro de las células, lo que afecta directamente la profundidad y la eficacia con la que una manta PEMF puede estimular las respuestas biológicas. Una mayor velocidad de respuesta crea un campo eléctrico inducido más intenso, que puede activar las membranas celulares de forma más eficiente y favorecer una recuperación más rápida.
Este artículo explica qué es la velocidad de respuesta de los campos electromagnéticos pulsados (PEMF), cómo se mide con herramientas como sensores Hall, osciloscopios y gaussímetros, y por qué el método de medición es importante. Comparamos las almohadillas PEMF de alta y baja velocidad de respuesta , aclaramos si un valor más alto siempre indica un mejor rendimiento y analizamos cómo la frecuencia, la intensidad y la forma de onda también influyen en los resultados de la terapia. Al comprender la ciencia detrás de la velocidad de respuesta —y cómo interpretar los informes de medición reales—, los consumidores y los profesionales clínicos pueden tomar decisiones más informadas al evaluar los dispositivos PEMF.