En el mundo de la fototerapia y los tratamientos térmicos, la radiación infrarroja (IR) desempeña un papel crucial para promover el bienestar, el alivio del dolor y el rejuvenecimiento de la piel. La luz infrarroja es invisible a simple vista, pero se puede sentir en forma de calor, y se divide en tres categorías principales según su longitud de onda: infrarrojo cercano (NIR), infrarrojo medio (MIR) e infrarrojo lejano (FIR). Tanto el infrarrojo lejano como el infrarrojo cercano se utilizan ampliamente en aplicaciones terapéuticas, pero cada tipo ofrece propiedades y beneficios únicos. En este artículo, exploraremos las diferencias entre el infrarrojo lejano y el infrarrojo cercano, desde sus definiciones hasta sus efectos en el cuerpo humano.
La radiación infrarroja es un tipo de radiación electromagnética que se encuentra entre la luz visible y las microondas en el espectro electromagnético. Se caracteriza por longitudes de onda más largas que las de la luz visible, pero más cortas que las de las microondas. La radiación infrarroja se divide comúnmente en tres categorías según su longitud de onda:
Para los fines de este artículo, nos centraremos en el infrarrojo lejano y el infrarrojo cercano , ambos comúnmente utilizados en dispositivos de salud y bienestar, como almohadillas térmicas, dispositivos de terapia de luz y lámparas terapéuticas.
La radiación infrarroja lejana tiene las longitudes de onda más largas del espectro infrarrojo, que suelen oscilar entre 5,6 y 1000 micrómetros . La radiación FIR es conocida por su capacidad de penetrar profundamente la piel y los tejidos, proporcionando calor terapéutico directamente al cuerpo sin elevar significativamente la temperatura del aire circundante.
Debido a que la luz FIR tiene longitudes de onda más largas, tiende a ser absorbida por la superficie de la piel y puede penetrar más profundamente en músculos, articulaciones y tejido conectivo. Esta profunda penetración convierte a la FIR en una potente herramienta para el alivio del dolor, la relajación muscular y la mejora de la circulación.
La radiación infrarroja cercana, por otro lado, tiene longitudes de onda mucho más cortas en comparación con la FIR, generalmente entre 0,7 y 1,5 micrómetros . La radiación NIR se absorbe con mayor facilidad en la piel y los tejidos superficiales, pero aún puede penetrar hasta cierto punto por debajo de la superficie. La longitud de onda más corta de la NIR implica una mayor salida de energía en comparación con la FIR, por lo que se utiliza a menudo para aplicaciones terapéuticas como la cicatrización de heridas, el rejuvenecimiento de la piel y el aumento de la producción de colágeno.
La luz NIR se asocia a menudo con el uso de dispositivos de terapia de luz roja , que emiten longitudes de onda en el rango de 600 a 800 nanómetros, parte del espectro NIR. Se cree que estas longitudes de onda estimulan los procesos celulares, promueven la cicatrización y reducen la inflamación.
La principal diferencia entre FIR y NIR radica en sus longitudes de onda y su profundidad de penetración .
Infrarrojo lejano (FIR): La luz FIR tiene longitudes de onda más largas (de 5,6 a 1000 micrómetros), lo que le permite penetrar más profundamente en los tejidos corporales. Esto la hace especialmente eficaz para aliviar el dolor muscular y la rigidez articular, y para estimular la circulación al penetrar en los músculos, la fascia y el tejido conectivo.
Infrarrojo cercano (NIR): La luz NIR, con longitudes de onda más cortas (de 0,7 a 1,5 micrómetros), afecta principalmente la superficie de la piel y las capas superficiales del tejido. Es conocida por su capacidad para estimular procesos celulares como la producción de colágeno.
Tanto la radiación FIR como la NIR producen calor, pero sus efectos térmicos se sienten de manera diferente debido a sus profundidades de penetración.
Infrarrojo lejano (FIR): La profunda penetración del FIR permite que la energía térmica sea absorbida por las capas más profundas de la piel, los músculos y las articulaciones. El calor generado por el FIR suele ser relajante y ayuda a aliviar el dolor crónico, mejorar la circulación y promover la relajación muscular.
Infrarrojo cercano (NIR): La luz NIR produce calor más superficial y se concentra principalmente en las capas externas de la piel . El calor del NIR suele ser más inmediato y menos intenso que el del FIR. El NIR es excelente para tratamientos cutáneos , ya que reduce la inflamación y promueve la cicatrización superficial.
Tanto FIR como NIR ofrecen una variedad de beneficios terapéuticos , pero sus efectos específicos en el cuerpo difieren debido a sus distintas longitudes de onda.
Efectos del infrarrojo lejano (FIR):
Efectos del infrarrojo cercano (NIR):
Tanto FIR como NIR se utilizan en diversos dispositivos de salud y bienestar, pero sus usos varían según sus distintas propiedades.
Aplicaciones del infrarrojo lejano (FIR):
Aplicaciones de infrarrojo cercano (NIR):
Tanto la terapia de luz infrarroja lejana como la cercana han demostrado beneficios en el tratamiento de diversas afecciones. Las diferencias clave entre ellas radican en sus longitudes de onda.
En el mundo de la luz infrarroja terapéutica, tanto la FIR como la NIR tienen sus propias ventajas. Ya sea que busque aliviar el dolor crónico, promover la cicatrización de heridas o simplemente mejorar la salud de su piel, comprender las diferencias entre estos dos tipos de radiación infrarroja puede ayudarle a elegir la terapia adecuada para sus necesidades.
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