Al reflexionar sobre el secreto de la felicidad, a menudo nos encontramos enredados en varias sugerencias. ¿Es la emoción de navegar por la web? ¿La serenidad de los entrenamientos de yoga? ¿O tal vez los preciados momentos pasados en el vínculo entre padres e hijos? Sin embargo, la realidad rara vez es tan sencilla. A menudo, los dolores insidiosos que pasamos por alto, como dolores de espalda, calambres menstruales y dolores musculares, corroen gradualmente la esencia de nuestro bienestar.